En el paraninfo de la Universidad Alcalá de Henares, el escritor Luis Mateo Díez, galardonado con el Premio Cervantes, entregado por los Reyes de España, pronunció un emotivo discurso en el que rememoró su infancia marcada por la posguerra, su amor por la literatura y su inspiración en el cine.

Luis Mateo Díez, nacido en Villablino, León, en 1942, es reconocido tanto por su obra literaria como por su labor académica en la Real Academia de la Lengua (RAE). Sus obras, como "La fuente de la edad" y "Los frutos de la niebla", exploran la realidad cotidiana de la España rural, reflejando su propia experiencia de vida.

En su discurso, Díez reflexionó sobre la infancia como el tiempo mítico del hombre y cómo la atmósfera de tristeza y desolación de la posguerra lo llevó a convertirse en escritor. También compartió su profundo vínculo con "Don Quijote de la Mancha", una obra que marcó su vida desde su primera lectura.

El autor explicó cómo su destino de escritor se manifestó a través de la fascinación por contar historias, influenciado por sus experiencias de infancia y sus referentes literarios. Destacó la importancia de narrar la vida y encontrar modelos en los grandes maestros de la ficción.

Concluyendo su discurso, Díez evocó a sus personajes y la lucha por la vida y la quimera, inspirándose en el héroe invernal de su infancia y en la figura del Caballero de la Triste Figura. Expresó su compromiso con la escritura como un acto redentor que busca ensalzar y redimir la existencia humana.